La Clandestilería nace fruto del trabajo de varios años de investigación y pruebas en el mundo de los destilados, lo que nos ha permitido crear una destilería artesanal de autor que cumple con los más elevados estándares de calidad.
Situados en la población de Beniflà, en pleno corazón de la Safor, y dedicados principalmente a la elaboración de ginebra, hemos creado nuestro producto “Gin Roders”, que ha sido galardonado con un sinfín de premios en los más prestigiosos concursos internacionales.
En su elaboración, solo utilizamos botánicos naturales, siendo varios de ellos autóctonos de la Comunidad Valenciana como el cantueso o la almendra amarga, además de alcohol 100 % de cereal de la más alta calidad, sin ningún añadido como colorantes, saborizantes o edulcorantes.
Destilamos, además, en alambique tradicional de cobre a fuego lento y en pequeñas partidas. Gracias a realizar todo el proceso desde cero y de manera totalmente manual y controlada, conseguimos un producto final excelente.
El proceso comienza con una meticulosa selección de botánicos y alcohol. Un alcohol neutro de grano y 13 botánicos combinados de manera equilibrada, entre los que encontramos, como no puede ser de otra forma, el enebro de una manera predominante, pero también el cilantro y el cardamomo o la naranja, el limón, el anís y el regaliz. Además de canela de Ceylán y Casia, o la raíz de angélica que conjuntan perfectamente con algunos autóctonos de la Comunidad Valenciana como el cantueso o la almendra amarga.
Todo este conjunto lo sometemos a un proceso de maceración lento, donde poco a poco los aceites esenciales van impregnando la mezcla que posteriormente destilaremos en un proceso “one shot”.
Para ello, usamos un alambique tradicional de cobre, realizado a mano y especialmente diseñado a medida para que el proceso que llevamos a cabo se realice de una manera óptima. Calentado a fuego lento y durante unas 20 horas, vamos consiguiendo lentamente, gota a gota, la esencia del destilado.
Una vez obtenido el corazón, dejamos asentar la mezcla, sin prisa, y procedemos a realizar el proceso de hidratación. A nuestra Ginebra, al ser de estilo London Dry más purista, únicamente le añadimos agua hasta alcanzar los 43 %vol. y eso lo hacemos de manera lenta y poco a poco para que el acople sea perfecto, para que madure y la ginebra repose lo necesario antes de proceder a su embotellado.
Finalmente realizamos el embotellado y taponado, así como la colocación de las etiquetas y los diversos complementos de la botella como el cuero del tapón, los cuales se hacen totalmente de manera manual, incluido también en control de calidad y numerado final tanto de la botella como del lote, lo cual confiere una extraordinaria singularidad al producto.
Tras un mes de elaboración, desde el inicio del proceso hasta su finalización, en el que se han utilizado las materias primas de la más alta calidad tanto en el alcohol como en los botánicos, y a través de una manera totalmente manual y artesanal, conseguimos tener lista la ginebra para disfrutar en un destilado que ya es un cóctel en sí.